jueves, 25 de octubre de 2012

Rubén Salazar, arzobispo de Bogotá, escogido como cardenal



Entre los seis nuevos cardenales que creará Benedicto XVI está también el arzobispo de Bogotá
Andrés Beltramo Alvarez
Ciudad del Vaticano
Colombia tendrá un nuevo cardenal. Una cita que viene casi como un regalo para un país que quiere redescubrir la paz después de un largo conflicto interno de más de 50 años. Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), recibirá la púrpura, el 24 de noviembre.

Nacido 22 de septiembre 1942, el futuro cardenal hizo sus primeros estudios de filosofía en el seminario de Ibagué. Se licenció en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana y obtuvo la licenciatura en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico, en Roma.

Ordenado sacerdote 20 de mayo 1967, durante su ministerio fue pastor, profesor en el seminario, director del Departamento de Pastoral Social de la CEC y vicario de pastoral. El 11 de febrero de 1992, Juan Pablo II lo nombró Obispo de Cúcuta, el 18 de marzo de 1999 fue nombrado arzobispo de Barranquilla y el 8 de julio de 2010 Benedicto XVI lo transfirió a la sede metropolitana de Bogotá.

De carácter afable y sencillo, es el único latinoamericano en el próximo consistorio. Tuvo que esperar hasta que su predecesor en la sede de Bogotá, Pedro Rubiano Sáenz, estuviera celebrando su octagésimo cumpleaños (que tuvo lugar el 13 de septiembre del año pasado), cuando el arzobispo emérito dejaría de ser un elector. Así, no había nada que impidiera la creación de un nuevo "príncipe de la Iglesia" en Colombia. El otro cardenal de la misma nacionalidad es Darío Castrillón Hoyos, ex prefecto de la Congregación para el Clero, ahora jubilado.

La Iglesia de Colombia recibirá este nuevo capello cardinalicio mientras se enfrenta a retos diferentes. El primero es el problema de secularización en el país: la pérdida de la fe de los católicos es la principal preocupación que los obispos han presentado al papa en septiembre, durante su visita "ad limina".

Además, existen negociaciones entre el gobierno y la guerrilla de las FARC, que en su inicio en Oslo dejó más incógnitas que certezas. Un diálogo que la Iglesia apoya, a pesar de no tener el papel de mediador oficial. Los fieles de Colombia puede recibir también otro regalo: la canonización de la beata Laura Montoya, cuyo juicio está en la etapa final. Si todo va bien, será la primera santa colombiana.


Fuente: http://vaticaninsider.lastampa.it/nel-mondo/

jueves, 11 de octubre de 2012

La Iglesia inicia "el Año de la Fe"



CARTA APOSTÓLICA EN FORMA MOTU PROPRIO PORTA FIDEI DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI CON LA QUE SE CONVOCA EL AÑO DE LA FE


1. ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

El Papa Benedicto XVI expera que el Año de la Fe pueda llevar a todos los creyentes a aprender de memoria el Credo y nos invita a recitarlo todos los días como oración.

Credo Niceno-constantinopolitano

Creo en un solo Dios; Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado,de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia, que es una santa, católica y apostólica.

Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.

Amén.



2. INDICACIONES PASTORALES PARA EL AÑO DE LA FE

La Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano publicó una Nota con indicaciones pastorales para el Año de la Fe, de la que se desprenden las siguientes iniciativas para las Diócesis:

1. Se auspicia una celebración de apertura del Año de la fe y de su solemne conclusión en el ámbito de cada Iglesia particular, para «confesar la fe en el Señor Resucitado en nuestras catedrales e iglesias de todo el mundo»[28].

2. Será oportuno organizar en cada diócesis una jornada sobre el Catecismo de la Iglesia Católica, invitando a tomar parte en ella sobre todo a sacerdotes, personas consagradas y catequistas. En esta ocasión, por ejemplo, las eparquías católicas orientales podrán tener un encuentro con los sacerdotes para dar testimonio de su específica sensibilidad y tradición litúrgicas en la única fe en Cristo; así, las Iglesias particulares jóvenes de las tierras de misión podrán ser invitadas a ofrecer un testimonio renovado de la alegría de la fe que las distingue.

3. Cada obispo podrá dedicar una Carta pastoral al tema de la fe, recordando la importancia del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica, teniendo en cuenta las circunstancias específicas de la porción de fieles a él confiada.

4. Se espera que en cada Diócesis, bajo la responsabilidad del obispo, se organicen eventos catequísticos para jóvenes y para quienes buscan encontrar el sentido de la vida, con el fin de descubrir la belleza de la fe de la Iglesia, aprovechando la oportunidad de reunirse con sus testigos más reconocidos.

5. Será oportuno verificar la recepción del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica en la vida y misión de cada Iglesia particular, especialmente en el ámbito catequístico. En tal sentido, se espera un renovado compromiso de parte de los departamentos de catequesis de las diócesis, que sostenidos por las comisiones para la catequesis de las Conferencias Episcopales, tienen en deber de ocuparse de la formación de los catequistas en lo relativo a los contenidos de la fe.

6. La formación permanente del clero podrá concentrarse, particularmente en este Año de la fe, en los documentos del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica, tratando, por ejemplo, temas como “el anuncio de Cristo resucitado”, “la Iglesia sacramento de salvación”, “la misión evangelizadora en el mundo de hoy”, “fe e incredulidad”, “fe, ecumenismo y diálogo interreligioso”, “fe y vida eterna”, “hermenéutica de la reforma en la continuidad” y “el Catecismo en la atención pastoral ordinaria”.

7. Se invita a los Obispos a organizar celebraciones penitenciales, particularmente durante la cuaresma, en las cuales se ponga un énfasis especial en pedir perdón a Dios por los pecados contra la fe. Este año será también un tiempo favorable para acercarse con mayor fe y frecuencia al sacramento de la Penitencia.

8. Se espera la participación del mundo académico y de la cultura en un diálogo renovado y creativo entre fe y razón, a través de simposios, congresos y jornadas de estudio, especialmente en las universidades católicas, que muestren «cómo entre la fe y la verdadera ciencia no puede haber conflicto alguno, porque ambas, aunque por caminos distintos, tienden a la verdad»[29].

9. Será importante promover encuentros con personas que «aun no reconociendo en ellos el don de la fe, buscan con sinceridad el sentido último y la verdad definitiva de su existencia y del mundo»[30], inspirándose también en los diálogos del Patio de los Gentiles, iniciados bajo la guía del Consejo Pontificio de la Cultura.

10. El Año de la fe será una ocasión para dar mayor atención a las escuelas católicas, lugares privilegiados para ofrecer a los alumnos un testimonio vivo del Señor, y cultivar la fe con una oportuna referencia al uso de buenos instrumentos catequísticos, como por ejemplo el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica o el Youcat.



3. CELEBRACIONES DE LAS PARROQUIAS, COMUNIDADES, ASOCIACIONES, MOVIMIENTOS

La Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano publicó una Nota con indicaciones pastorales para el Año de la Fe, de la que se desprenden las siguientes iniciativas para las Parroquias / Comunidades / Asociaciones / Movimientos:

1. En preparación al Año de la fe, todos los fieles están invitados a leer y meditar la Carta apostólica Porta fidei del Santo Padre Benedicto XVI.

2. El Año de la fe «será también una ocasión propicia para intensificar la celebración de la fe en la liturgia, y de modo particular en la Eucaristía»[31]. En la Eucaristía, misterio de la fe y fuente de la nueva evangelización, la fe de la Iglesia es proclamada, celebrada y fortalecida. Todos los fieles están invitados a participar de ella en forma consciente, activa y fructuosa, para ser auténticos testigos del Señor.

3. Los sacerdotes podrán dedicar mayor atención al estudio de los documentos del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica, recogiendo sus frutos para la pastoral parroquial –catequesis, predicación, preparación a los sacramentos, etc.– y proponiendo ciclos de homilías sobre la fe o algunos de sus aspectos específicos, como por ejemplo, “el encuentro con Cristo”, “los contenidos fundamentales del Credo” y “la fe y la Iglesia”[32].

4. Los catequistas podrán apelar aún más a la riqueza doctrinal del Catecismo de la Iglesia Católica y, bajo la responsabilidad de los respectivos párrocos, guiar grupos de fieles en la lectura y la profundización común de este valioso instrumento, con la finalidad de crear pequeñas comunidades de fe y testimonio del Señor Jesús.

5. Se espera por parte de las parroquias un renovado compromiso en la difusión y distribución del Catecismo de la Iglesia Católica y de otros subsidios aptos para las familias, auténticas iglesias domésticas y lugares primarios de la transmisión de la fe. El contexto de tal difusión podría ser, por ejemplo, las bendiciones de las casas, el bautismo de adultos, las confirmaciones y los matrimonios. Esto contribuirá a confesar y profundizar la doctrina católica «en nuestras casas y con nuestras familias, para que cada uno sienta con fuerza la exigencia de conocer y transmitir mejor a las generaciones futuras la fe de siempre»[33].

6. Será conveniente promover misiones populares y otras iniciativas en las parroquias y en los lugares de trabajo, para ayudar a los fieles a redescubrir el don de la fe bautismal y la responsabilidad de su testimonio, conscientes de que la vocación cristiana «por su misma naturaleza, es también vocación al apostolado»[34].

7. En este tiempo, los miembros de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica son llamados a comprometerse en la nueva evangelización mediante el aporte de sus propios carismas, con una renovada adhesión al Señor Jesús, fieles al Santo Padre y a la sana doctrina.

8. Las comunidades contemplativas durante el Año de la fe dedicarán una particular atención a la oración por la renovación de la fe en el Pueblo de Dios y por un nuevo impulso en su transmisión a las jóvenes generaciones.

9. Las Asociaciones y los Movimientos eclesiales están invitados a hacerse promotores de iniciativas específicas que, mediante la contribución del propio carisma y en colaboración con los pastores locales, se incorporen al gran evento del Año de la fe. Las nuevas Comunidades y Movimientos eclesiales, en modo creativo y generoso, encontrarán los medios más eficaces para ofrecer su testimonio de fe al servicio de la Iglesia.

10. Todos los fieles, llamados a reavivar el don de la fe, tratarán de comunicar su propia experiencia de fe y caridad[35], dialogando con sus hermanos y hermanas, incluso de otras confesiones cristianas, sin dejar de lado a los creyentes de otras religiones y a los que no creen o son indiferentes. Así se espera que todo el pueblo cristiano comience una especie de misión entre las personas con quienes viven y trabajan, conscientes de haber «recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos»[36].



4. PROGRAMACIÓN DEL VATICANO SOBRE EL AÑO DE LA FE

VATICANO, 21 Jun. 12 / 10:22 am (ACI/EWTN Noticias).- Esta mañana fue presentado en la Sala de Prensa de la Santa Sede el programa de actividades para el Año de la Fe, convocado por el Papa Benedicto XVI del 11 de octubre al 24 de noviembre de 2013.

En el acto estuvieron presentes el Presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, Mons. Rino Fisichella; y el Subsecretario de este dicasterio, Mons. Graham Bell.

Según se informó, los eventos más importantes de este año especial contarán con la presencia del Santo Padre y se realizarán en Roma. Entre estos destacan la apertura del Año de la Fe en la Plaza de San Pedro el jueves 11 de octubre con una solemne Eucaristía, en la que concelebrarán todos los Padres sinodales, los presidentes de las Conferencias Episcopales y los últimos Padres conciliares.

El 21 de octubre se canonizarán siete mártires y confesores de la fe. Ellos son el francés Jacques Barthieu; el filipino Pedro Calugsod; el italiano Giovanni Battista Piamarta; la española María del Carmen; la iroquesa Katheri Tekakwhita y las alemanas Madre Marianne (Barbara Cope) y Anna Schäffer.

El 25 de enero de 2013, en la tradicional celebración ecuménica en la Basílica de San Pablo Extramuros, se rezará para que "a través de la profesión común del Símbolo los cristianos (...) no olviden el camino de la unidad".

El 28 de abril el Santo Padre confirmará a un grupo de jóvenes y el domingo 5 de mayo estará dedicado a la piedad popular y a la labor de las cofradías.

El 18 de mayo, vigilia de Pentecostés, los movimientos eclesiales se reunirán en la Plaza de San Pedro. El domingo 2 de junio, celebración del Corpus Christi, habrá una solemne adoración Eucarística, que se realizará a la misma hora en todas las catedrales e iglesias del mundo.

El domingo 16 de junio estará dedicado al testimonio del Evangelio de la Vida. El 7 de julio concluirá en la Plaza de San Pedro la peregrinación de los seminaristas, novicias y novicios de todo el mundo.

El 29 de septiembre habrá una celebración por el aniversario de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica. El 13 de octubre está dedicado a la presencia de María en la Iglesia.

Finalmente, el 24 de noviembre de 2013 se celebrará la jornada de clausura del Año de la Fe.

Asimismo, se indicó que los diversos dicasterios tienen en programadas iniciativas publicadas en el calendario. Entre los eventos culturales destacan una exposición sobre San Pedro en Castel Sant'Angelo (7 febrero- 1 mayo 2013) y un concierto en la Plaza de San Pedro (22 de junio 2013).



5. VIDEOS



REZO DEL ROSARIO EN EL AÑO DE LA FE





Fuente:


martes, 9 de octubre de 2012

Santa africana venerada en pueblo costero de Perú / Afro-Peruvians honor heritage with religious fete


 
LA QUEBRADA, Perú (AP) — Los devotos que acompañan la procesión de Santa Efigenia cantan entusiastas ritmos afroperuanos intercalados con solemnes himnos católicos por las calles polvorientas de este pueblo del Pacífico.

Frente a las andas de la única santa católica africana que se venera en Perú, un niño recita versos populares sobre la llegada de los esclavos a estas tierras desde Angola, Mozambique y Tombuctú.

Otros bailarines de un grupo llamado "La carimba" —que era la marca obligatoria con hierro candente en las pieles de los esclavos— mueven sus cuerpos al compás del sonido que producen el cajón de madera y la quijada de un burro.  Los fieles se animan y aplauden.

En el siglo XVIII la orden de San Camilo construyó en La Quebrada una capilla en honor a Santa Efigenia cuyo culto se popularizó entre los esclavos, dice Roberto Sánchez, historiador estadounidense de la universidad de Gallaudet, quien estudia el tema.  Añade que el culto a la santa se extiende por Brasil, Venezuela y Cuba, países con grandes migraciones africanas.

"En Brasil hay varias iglesias con su nombre, hay imágenes en alguna iglesia de Venezuela y en Cuba el cementerio más renombrado tiene su nombre", precisa Sánchez.

El fervor por la santa de origen etíope quedó en el olvido por casi dos siglos, hasta 1994, cuando Efigenia adquiere una fiesta propia debido a la revalorización de la cultura afroperuana impulsada con fuerza por activistas de raza negra.

Familias enteras arriban hasta La Quebrada, a 138 kilómetros al sur de Lima, para venerar a Efigenia el 23 de septiembre. Llegan en furgonetas que los trasladan a este poblado de vías sin pavimentar de más de mil habitantes.

 
"Cuando me enteré de Santa Efigenia dije qué raro, una santa negra en el Perú. Me gustó porque nos representa a nosotros los morenos", dice Celia Ballumbrosio, quien viene de El Carmen, un poblado cercano con mayoritaria población afroperuana.

La santa ha sido nombrada por el pueblo protectora de las artes negras, que junto a la herencia andina constituyen los pilares de esta nación dirigida históricamente por una élite blanca.

Al lugar no solo llegan peruanos de raza negra.  Mestizos como la enfermera Ana Francia guardan profunda devoción a la estatua de madera de la santa africana.

"El 2006 le dije: 'cúrame mis rodillas que no puedo caminar, dime qué quieres que te regale, virgencita'. Entonces a Santa Efigenia se le cayeron los aretes. Supe que la virgen quería aretes y cuando se los traje me sané", dice Francia.

Algunos homosexuales la veneran. Esteban Cáceres, de 54 años, cierra su peluquería en un pueblo cercano y participa en la procesión porque siente que la santa "ayuda a limpiarnos de todos los pecados".

En cambio, otros visitantes llegan únicamente para comer carne de gato.

Buscando publicitar la festividad, los organizadores prepararon platillos con la carne del felino para venderlos tras la procesión, lo que atrajo la atención de la prensa y de los curiosos que buscan comidas exóticas.

El historiador Julio Luna, un experto en el estudio del culto de Efigenia, sostiene que no existe ninguna fuente seria y documentada que evidencie la costumbre de comer gato en Perú.

No obstante, una decena de personas dijeron a la AP que se trata de una tradición con fuertes raíces en el país, no solo en la costa del Pacífico, sino también en algunas zonas de los Andes.

Paula Angulo, de 71 años y residente toda su vida en La Quebrada, recuerda: "Aquí la gente siempre ha comido gato. Yo tenía un tío que en su cumpleaños comía gato. Ponía trampas para cazar los gatos y cazaba buenos gatos, gorditos".

Patricio Pascual, un trabajador carcelario y cocinero que vive en La Quebrada hace más de 20 años, cría en su casa alrededor de una docena de gatos a lo que alimenta con pescado y cabezas de pollo durante un año antes de sacrificarlos.

La española Clara Marí, de Ibiza, y el estadounidense Gabriel Gelbguth, de Masachusetts, llegaron hasta La Quebrada solo por comer el raro potaje. Gelbguth dice que el sabor "parece de conejo".

En cambio, activistas en los derechos de los animales están horrorizados.  "No es tradición, es crueldad", dice María Eguiluz, una peruana que al igual que activistas argentinos del grupo CABA cree que los animales en casi la mayoría de países de Latinoamérica son "tipificados como objetos".

La festividad continúa pese a las críticas.  La carne de gato se sirve horneada, en guisos y asados, junto a lentejas y arroz.

Más de sesenta personas comieron carne de gato, al precio de cuatro dólares el plato.  El cocinero Pascual cree que las críticas por comer gato son inconsistentes.

"También deberíamos dejar de comer pollo, res, pato, conejo, cuy y pescado. Tendríamos que alimentarnos del aire", dice. 




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Afro-Peruvians honor heritage with religious fete
La Quebrada, Perú - October 9, 2012 (AP)

 Every year, Peruvians descended from African slaves come to La Quebrada to celebrate an adored black saint.

The devotees join in a procession for Santa Efigenia, enthusiastically singing Afro-Peruvian songs interspersed with solemn Roman Catholic hymns as they walk the dusty streets of this Pacific coastal town 85 miles (138 kilometers) south of Lima.

Standing next to the bier holding a statue of the only African saint venerated in Peru, a young boy recites verses about the arrival of slaves rom "Angola, Mozambique and Timbuktu" to work in the region's sugar cane fields.

 
Girls in bright traditional dresses from a group called "La Carimba," for the brand burned by a hot iron on the skin of slaves, dance to a beat produced by the jawbone of a donkey on a wooden box.

Cat races, a fireworks dance and a night of eating and drinking close out the celebration.

A chapel was built in La Quebrada in the 18th century dedicated to Santa Efigenia, who was popular among the then Spanish colony's African slaves. Fervor for the saint faded over the years, until in 1994 efforts by black activists to honor the Afro-Peruvian culture led to a festival being held for Efigenia in La Quebrada.