miércoles, 30 de julio de 2014

30% de población afro de Cauca y Nariño, con dificultades para acceder a educación


Nacional 26 Jun 2014 - 11:38 am
Congreso Pedagógico Afrocolombiano

30% de población afro de Cauca y Nariño, con dificultades para acceder a educación

Según cifras del Dane, en 2009 Nariño registró una tasa de deserción escolar de 5,53% y Cauca alcanzó el 3,99%.
Por: Redacción Nacional 
Foto: AFP
Según datos del Departamento Administrativo Nacional de
Estadística (DANE) aproximadamente el 29% de ciudadanos en Nariño y el 43% en el Cauca pertenecen a grupos étnicos. Los afrodescendientes comprenden el 18% de la población en Nariño y el 21% en Cauca. Las comunidades indígenas abarcan un 11% de los habitantes de Nariño y el 21% en Cauca. En cuanto a deserción escolar, Nariño registró una tasa de deserción escolar de 5,53% en el 2009 y el departamento de Cauca alcanzó el 3,99%.
En el marco de estas cifras el Congreso Pedagógico Afrocolombiano desarrolla, dentro de su agenda, cuatro temáticas referentes a la educación en contextos afrocolombianos: la situación de los derechos de la niñez y la juventud, el rol de la escuela en las comunidades y los proyectos educativos comunitarios, los modelos de educación flexibles y las experiencias innovadoras para la enseñanza y aprendizaje.
El evento presenta experiencias etnoeducativas de la comunidad afrocolombiana y los retos y desafíos que enfrenta el Ministerio de Educación Nacional; además de la intervención del sacerdote africano Venanzio Mwangi Munyiri, de la tribu Kikuyu de Kenia, con su presentación “El papel de la escuela en las comunidades afrocolombianas”. El padre Venanzio es actualmente el delegado arquidiosesano para la pastoral afro de Cali.
Igualmente José Antonio Escorcia, ganador del Premio Compartir Al Maestro en el año 2011, expone el caso regional de Cartagena que ha mejorado la motivación por la lectura entre el público infantil y juvenil. Igualmente se comparte la experiencia de la sub región Sanquianga de la cual se dan a conocer las prácticas tradicionales de la granja educativa agropecuaria.
Hasta hoy se realiza en Tumaco el Congreso Pedagógico Afrocolombiano. Aportes Creativos para el Fortalecimiento de la Identidad, un encuentro que busca intercambiar saberes y experiencias para así promover cambios y propuestas que logren una educación inclusiva y adecuada para una población vulnerable del sur del Pacífico y promover el rescate y preservación de la cultura afrocolombiana.
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Más negros que Neymar



César Rodríguez Garavito 14 Jul 2014 - 11:19 pm

Más negros que Neymar

Por: César Rodríguez Garavito 
Alguna vez le preguntaron a Neymar si había sido discriminado por su color de piel. “Nunca, ni dentro ni fuera del campo de juego”, respondió. “Porque yo no soy negro, ¿verdad?”
La duda al final de la respuesta del 10 brasilero –como preguntándole al entrevistador de qué color lo ve y pidiendo confirmación de su blancura— recuerda que la raza no es un asunto puramente subjetivo. Uno no escoge su color ni el trato distinto que recibe dependiendo de si su piel es oscura o clara. El racismo y la identidad racial dependen no sólo de la autopercepción, sino de la mirada y las reacciones de los demás.
Por eso es problemático decir que “negro es todo el que se sienta negro”, como lo hizo un magistrado del Consejo Nacional Electoral al explicar la decisión que avala el robo de las dos curules para afros en la Cámara de Representantes por parte de candidatos que nunca han tenido que soportar los vejámenes de la discriminación racial, por la simple razón de que nadie los reconocería como negros. Como lo denunciaron líderes afrocolombianos que presentaron una tutela para evitar la usurpación, la tez clara de Moisés Orozco y María del Socorro Bustamante no es su único impedimento: nunca han trabajado por las comunidades negras y fueron respaldados por una organización desconocida que sería manejada por el controvertido representante Yahir Acuña.
¿Por qué el Consejo Electoral no ve lo que los demás notan?
Porque decir “negro es todo el que se sienta negro” se ha vuelto la forma políticamente correcta de esquivar la incómoda conclusión de que el color y los rasgos físicos tienen consecuencias en una sociedad desigual. Quienes tienen tez oscura o rasgos afro siguen recibiendo menos oportunidades políticas, educativas o laborales en Colombia, como lo han mostrado estudios del Observatorio de Discriminación Racial y el proyecto PERLA de la Universidad de Princeton. Si cualquiera se pudiera autorreconocer como negro, perderían sentido las iniciativas diseñadas para contrarrestar esa discriminación, como las curules especiales.
Afortunadamente, hay experiencias exitosas que muestran que es posible evitar el oportunismo tipo Bustamante y Orozco. Por ejemplo, las universidades brasileras llevan una década dando cupos especiales a los ciudadanos negros o mulatos como Neymar, que solían llegar sólo hasta la secundaria. Los comités de admisión no se contentan con el autorreconocimiento del candidato, sino que tienen en cuenta su color de piel y su potencial para contribuir a cerrar las brechas entre blancos y negros.
La alusión a Brasil nos lleva de regreso a Neymar y el mundial que acaba de pasar. La prueba de que la raza importa y no es sólo un asunto de autopercepción es que, así como Bustamante y Orozco se intentan “oscurecer”, Neymar ha hecho todo por “blanquearse” en los últimos años (vean sus fotos en internet). Como sabe que el racismo es común en su deporte y en su país, se ha tinturado y alisado el pelo, coloreado de rubio la barba y cuidado de mantener su piel menos oscura. Pero muchos lo siguen viendo como el típico mulato brasilero de las fotos de la adolescencia, más cercano en color y estatus social a Juan Camilo Zúñiga, el jugador colombiano que sufrió toda suerte de insultos raciales por haberlo lesionado.
Lo cual recuerda que la mayoría de jugadores de nuestra selección es parte de la población afro que sigue siendo discriminada y para quien el robo de las curules es una afrenta. El mínimo homenaje que les puede hacer el Gobierno nacional es cumplir su promesa de objetar esa elección. A pesar de lo que piense Yahir Acuña.
 *Miembro fundador de Dejusticia y Director del Observatorio de Discriminación Racial
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¿De qué color es la piel de Dios?




Piedad Bonnett 12 Jul 2014 - 9:00 pm

¿De qué color es la piel de Dios?

En la emisión de noticias UNO del domingo 6, el testimonio de Jonatan Martínez, un joven afrocolombiano, me conmovió profundamente.

Por: Piedad Bonnett
Jonatan, que es patrullero de la Policía, denunció ante la Fiscalía al sargento Freddy Quintero, jefe de contravenciones de la Policía de Bosa, por actos de racismo, tortura psicológica y discriminación. Según él —quien confiesa que ha tenido ideas suicidas a raíz del maltrato y cuya conmoción era evidente mientras narraba los hechos, hasta el punto de derramar lágrimas— su superior hace permanentemente alusión al color de su piel, a quien llama públicamente con expresiones como “venga, negro hijueputa, retostado”. “Estaba yo en un restaurante al frente de la estación, comiendo —contó el patrullero— y desde allá me gritó que esclavo, que qué hace allá, que pase a lavar los baños, es que no se les pueden soltar las cadenas a ustedes”.
Cuando Jonatan Martínez, exponiéndose a todo tipo de retaliaciones, se decide a denunciar, indignado por las humillaciones que sufre cotidianamente, no habla sólo por él, sino por muchos que en este país están expuestos a maltrato y discriminación cotidiana por el simple hecho de ser negros. Y digo negros con toda conciencia, porque me parece una palabra bonita y porque si no hubiera tanto prejuicio racial no tendríamos que acudir a eufemismos nacidos de la ultracorrección política. No lo conozco, pero puedo imaginar que la vida para Jonatan no ha sido fácil, porque no lo es para casi ningún negro colombiano. Muy probablemente pertenece a una familia pobre, se educó con dificultad y escogió la Policía como una opción de supervivencia, porque según el informe de 2012 de la Misión de Movilidad Social y Equidad, tan sólo uno de cada cinco afrocolombianos ingresa al nivel de educación superior, y uno de cada dos está desempleado. Y fuera de eso, tiene ahora que aguantar que un racista con poder —para más veras un miembro de la Policía, que debería ser un defensor de los derechos humanos— abuse de él y se regocije públicamente recordándole que sus antepasados fueron secuestrados de sus tierras y traídos en barcos ignominiosos a servir como esclavos a estas tierras. No hay derecho.
Pero es que la discriminación contra las comunidades negras empieza, bien sabemos, por la desidia del Estado. Esta semana, en el marco de la Conferencia Episcopal, monseñor García, obispo de Itsmina-Tadó, volvió a recordarnos que en el Chocó, de población mayoritariamente negra, “no se vive en condiciones humanamente dignas”. Y la prensa reprodujo las declaraciones de Richard Moreno, miembro del Foro Interétnico Solidaridad Chocó, según las cuales “mueren más personas por falta de atención en salud que por el desarrollo de las acciones bélicas”. El índice de pobreza extrema del Chocó es del 48,7%, y un 80% no tiene acueducto y alcantarillado.
Si se probara que el sargento Freddy Quintero es culpable, tendría que tener sanciones ejemplares. Y las organizaciones antirracistas tendrían que hacer del caso de Jonatan un hecho emblemático. Porque, como dice la pancarta del Mundial, hay que decir NO al racismo.

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lunes, 28 de julio de 2014

Catherine Ibargüen


Los resultados de Catherine Ibargüen en la temporada 2014 
La colombiana tiene 16 puntos en la Liga de Diamante, producto de sus cuatro victorias. 




Al espectacular triunfo de este viernes en la prueba de salto triple de la válida de Mónaco de la Liga de Diamante (15 m 31 c) de la atleta colombiana Catherine Ibargüen hay que agregarle las victorias en las tres anteriores jornadas en las que participó.

El año victorioso de la colombiana comenzó en la válida de Doha, la primera de la Liga de Diamante el 9 de mayo, en la que se impuso con un registro de 14 m 43 c. Luego en Roma, el 5 de junio, con 14 m 48 c y por último, antes del triunfo en Mónaco, en Lausana el pasado 3 de julio con 14 m 87 c.

Ibargüen también ganó en la reunión atlética de Costa Rica el 17 de mayo, con una marca de 14 m 87 c y en la reunión atlética de Holanda el 8 de junio con un registro de 14 m 63 c.

REDACCIÓN DEPORTES
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-14267776

El desesperado clamor del Chocó



Editorial: El desesperado clamor del Chocó
EDITORIAL

http://www.eltiempo.com/opinion/editorial/editorial-el-desesperado-clamor-del-choco/14259879

5:30 p.m. | 17 de julio de 2014

Otra vez un clamor llega desde el Chocó. No es el primero, pero sí puede ser el más urgente y desesperado. Advierte que la conjunción de males que azotan al olvidado departamento ha generado un cuadro que hace rato pasó de crítico a simplemente inhumano.

Ahora el hecho que prendió las alarmas fue el desplazamiento de seis comunidades del alto Baudó, causado por los frecuentes e intensos combates entre el Eln y las ‘Autodefensas Gaitanistas’, grupo armado ilegal con origen en ‘los Urabeños’. Esta disputa, sobre todo por el control de cuantiosas rentas, provenientes de un fatal abanico de actividades criminales, en que sobresalen la minería ilegal, el narcotráfico y la extorsión, ha obligado a más de 3.000 personas de comunidades indígenas y afro a abandonar sus territorios.

La nueva emergencia social, una más de un largo rosario, ha servido para que aquellas entidades y personas que valientemente trabajan por traer algo de alivio a los chocoanos intenten, apoyadas en cifras que deben ser motivo de vergüenza, hacerles entender a la sociedad y al Estado que esta debacle ocurre en sus narices y que es cada vez mayor el costo de darle la espalda.

Nos recuerda la Oficina de la ONU para los
Derechos Humanos que el 80 por ciento de sus habitantes tiene al menos una de sus necesidades básicas insatisfecha y que la mitad de la población está sumida en la pobreza extrema. Otras mediciones oficiales indican que la tasa de mortalidad infantil es la más alta del país: 33,8 por cada mil nacidos vivos, más del doble de la cifra nacional (12,8). Si se trata de menores de 5 años, el contraste es aún más alarmante: 42,3 frente a 15,7. Mientras en toda la nación 75,3 madres mueren antes de los 42 días después del parto por cada 100.000 nacidos vivos, en este departamento fallecen 178,7.

Así mismo, cuando en el país pierden la vida 16,5 niños menores de 5 años por cada 100.000 debido a infecciones respiratorias –indicador fundamental del funcionamiento del sistema de salud–, aquí el registro es de 42,3. En relación con el analfabetismo –cuatro veces por encima del promedio nacional– y la esperanza de vida –58,3 frente a 70,3 años–, la situación es igualmente lamentable. Y estamos ante solo una faceta de la tragedia. No se puede pasar por alto el severo daño ambiental, con repercusión directa en la salud de los chocoanos, que trae la minería ilegal, como ya lo comentamos ayer aquí mismo. Similar al que acarrea la deforestación para abrirles paso a los cultivos ilícitos.

En suma, es una larga historia de negación sistemática de los más fundamentales derechos de su gente, que ha convertido a esta región en un enclave en el que todas las actividades ilegales encuentran condiciones ideales para establecerse.

Nada justifica que el hecho de nacer en un lugar condicione de tal manera la vida de una persona. Chocó no admite más planes de choque, Conpes que se quedan en el papel y demás paños de agua tibia. Hay que ir a la raíz de los problemas. Sin duda, un primer paso, como lo pidió el obispo de Quibdó, Juan Barreto, es reglamentar los artículos de la Ley 70 de 1993 –de comunidades negras– y dar, por fin, sustento legal a la propiedad colectiva de la tierra de estas comunidades.

Esta es una de muchas acciones que han de entenderse como un deber, no como una dádiva. Como cuotas para subsanar una deuda de más de un siglo, que ha impedido que toda una región y su gente se incorporen plenamente a esta nación.