lunes, 19 de diciembre de 2016

Arzobispo de Cali-Colombia denunció amenazas contra su vida

'Tenemos que seguir impulsando la paz': Arzobispo de Cali
 El prelado dice que hay que rechazar las amenazas. Gobernadora del Valle repudió el hecho.

El arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve.
Foto: Julio Romero
El arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve
La Policía Metropolitana de Cali y autoridades de la ciudad analizarán la situación de seguridad del arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve, quien el fin de semana denunció amenazas en su contra, a través de un panfleto que le enviaron a su despacho en la Casa Arzobispal, en el centro caleño.

En la Policía manifestaron su rechazo por las amenazas y anotaron que buscarán reunirse con el Arzobispo para evaluar un esquema de seguridad. (Lea también: Arzobispo de Cali denunciará amenazas de muerte en su contra).

El panfleto dice: "Muerte a las Farc, a (presidente Juan Manuel) Santos y a los clérigos comunistas".

"Yo creo que son campañas, cruzadas anticomunistas que tienen sus efectivos en el mundo del panfleto y de la amenaza y que muchas veces es imposible no relacionarlas con el discurso politivo, tenemos que seguir impulsando, aunque llevamos poco tiempo de comenzar a respirar un aire en relación con la paz, hay que ir desmembrando las prácticas que se tienen de este tipo de comportamientos dirigidos al asesinato, al miedo, a la amenaza, al genocidio", dijo monseñor.

Y anotó: "Cali no es fácil, tenemos un antecedente muy doloroso...", al recordar el asesinato de monseñor Isaías Duarte Cancino, quien en 2002 era Arzobispo de la capital del Valle.

Monseñor Duarte fue asesinado cuando salía de una parroquia en el barrio Ricardo Balcázar, en el oriente caleño, el 16 de marzo de 2002.

"Estamos precisando quiénes distribuyen todas estas cosas en las ciudades con estos mensajes, porque esto se escucha en el discurso de muchos de nuestros políticos y estigmatizan a todo el que está luchando por una tarea de la paz", dijo monseñor, quien anunció que hará la respectiva denuncia ante la Fiscalía.

"Rechazo las amenazas contra los que han trabajado por la paz; ya se está investigando el origen de estos panfletos y se van a tomar las medidas de seguridad pertinentes para que no haya ningún problema con personas, sobre todo, las que están queriendo construir paz", dijo, por su parte, la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro.

Y añadió: “Monseñor ha sido nombrado como coordinador de los obispos para el trabajo que se va realizar de la paz con el ELN, y no puede ser que ahora vayan a resultar amenazadas estas personas”.

La Defensoría del Pueblo también rechazó las amenazas en contra de monseñor Monsalve y pidió "respeto a su vida".

El jefe del equipo negociador del Gobierno en los diálogos de paz con el Eln, Juan Camilo Restrepo, también manifestó su enérgico rechazo a las amenazas contra el jerarca católico. "Mi rechazo profundo por las amenazas contra monseñor Monsalve", escribió Restrepo en su Twitter.

Monseñor Monsalve ha tenido un papel activo en los diálogos de paz entre el Gobierno y las Farc, que firmaron un acuerdo el pasado 24 de noviembre en el teatro Colón, de Bogotá. Además, ha participado en el proceso de paz entre el Gobierno y el Eln, en donde se desempeña como coordinador de la comisión de obispos que acompaña los diálogos.

El Gobierno anunció en Ecuador, el pasado 30 de noviembre, que retomará las negociaciones de paz con el Eln a partir del 10 de enero del año entrante. En un comunicado fechado en Quito, que será la sede de la primera de las mesas, añadió que también espera que esa guerrilla libere al excongresista Odín Sánchez, a quien tiene secuestrado.

CALI
Tomado del EL TIEMPO:COM: http://www.eltiempo.com/colombia/cali/amenazas-contra-arzobispo-de-cali/16776143

El padre Arnulfo Mina Garcés denuncia altas cifras de homicidios y el auge del narcotráfico en Tumaco

“Algo está pasando aquí”, advierte con tono pausado, y a la vez preocupado, el padre Arnulfo Mina Garcés, vicario general de la Diócesis de Tumaco, ante la elevada cifra de homicidios en esa ciudad del departamento de Nariño.

Padre Arnulfo Mina, vicario de la Diócesis de Tumaco.
 Padre Arnulfo Mina, vicario de la Diócesis de Tumaco. foto EL TIEMPO
Aunque un informe elaborado por la Pastoral Social de la Diócesis de Tumaco muestra una disminución de 27 homicidios entre enero y noviembre de este año –132– comparado con similar periodo del año pasado, sigue siendo una cifra preocupante.

El documento también da cuenta de que desde septiembre pasado, en el tramo comprendido entre los kilómetros 85 y 101 de la vía Tumaco-Pasto aparecieron avisos del Ejército de Liberación Nacional (Eln) en viviendas y en otras aparecen letreros con la frase ‘ojo con los sapos’.

La iglesia Católica señala que los cultivos de coca alcanzan las 16.990 hectáreas, con un incremento del 18 por ciento, mientras que también aumenta el consumo de sustancias psicoativas entre los jóvenes.

Oriundo de Puerto Merizalde (Valle del Cauca), este sacerdote que llegó a Tumaco hace 30 años, donde es vicario general de esta Diócesis hace seis, considera que el gran flagelo que alimenta la violencia –la corrupción y descomposición social en este municipio del litoral Pacífico de Nariño, con más de 200.000 habitantes– tiene nombre propio: narcotráfico.

La Diócesis reveló que hasta noviembre del presente año se habían registrado 132 asesinatos. ¿Qué tan elevada es la cifra?

Sí, es una cifra bastante elevada y preocupante a la vez, pero es la verdad.

¿Qué factores pueden estar influyendo?

Gracias a Dios, con los diálogos de paz en La Habana entre las Farc y el Gobierno, el accionar bélico de ese grupo armado realmente ha cesado. Pero tenemos muchas sospechas de que los territorios que ellos dejaron sean ocupados por otros grupos al margen de la ley. ¿Cuáles? Las autoridades deben investigar, ¿que están llegando a la zona?... Sí, están llegando. Pero nosotros como iglesia todavía no podríamos señalar que sea este o este otro grupo; incluso, en este momento acabo en mi parroquia de presidir dos exequias de personas por muertes violentas, entonces algo está pasando.

¿Y qué consecuencias originaría ese cambio en la posesión de los territorios?

Vamos a seguir teniendo muchos muertos y tal vez la violencia se incrementaría más, pero llegarían grupos que no sabemos quiénes son o cuál es su ideología; lo que se nos viene, si no hay un control estatal, lamentablemente, va a dejar más muertos.

¿La Fuerza Pública y el Gobierno se han quedado cortos frente a sus responsabilidades?

Yo no demerito el trabajo que está haciendo el Estado, pero realmente los resultados esperados no se están viendo; por lo menos en este momento. Si bien es cierto que se ha incautado mucha droga, las muertes selectivas siguen; en la madrugada del pasado martes hubo un atentado contra una discoteca, entonces eso quiere decir que el narcotráfico continúa permeando y causando sus estragos.

¿No resulta irónico que mientras en el resto del país se habla de paz, en Tumaco se siga hablando de guerra?

Sí, eso es bastante irónico, nos preocupa mucho y nos avergüenza. Hemos tenido un descanso en cuanto a que ya no se escuchan esas bombas y explosiones de las Farc, pero siguen las muertes selectivas. Intuyo que la madre de todo esto es el narcotráfico.

¿Cómo garantizar una paz estable y duradera?

Soy optimista a pesar de lo que vivimos. Ojalá se generen fuentes de empleo y exista un plan muy bien trazado por las mismas comunidades de sustitución de cultivos ilícitos; eso puede dar resultados. De lo contrario, lo que se viene va a ser peor.

¿En qué más se debe invertir?

La inversión debe darse también en el sector de la salud. Tenemos un hospital de pésima calidad que tiene una planta física muy bonita, y a los médicos no les pagan hace varios meses. También en centros de acopio de cultivos tradicionales, donde a los campesinos les compren sus productos con valores justos y se les garantice su comercialización, además de darle un valor agregado para fomentar el empleo.

Publicada originalmente en EL TIEMPO: http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/violencia-y-narcotrafico-en-tumaco-narino/16776009